Sí, soy de esas, lo admito, de esas que fingen estar de puta madre cuando en realidad por dentro estan echas mierda, de esas que dicen ser felices cuando en realidad desearian decir, ayudame, porfavor, de esas que quieren y no tienen, tienen y no quieren, pierden y se dan cuenta de lo que han querido, de esas que te cuentan el final de las películas, de las que les da vergüenza llorar por tonterias, de las que guardan sus sentimientos, de las que ayudan y no dejan ser ayudadas, de las que actuan tan compulsivamente que pueden
perderlo todo y no darse ni cuenta, de las que no les importa arriesgarse, de las de " La vida son dos días y ya vamos por el segundo, asique actuaré sin mirar atrás", de las que no les importa el camino, sino con quien van en él, de las que se hace la interesante pero luego se avergüenza muy rápido, de las que siempre tienen prisa, de las que no son puntuales,de las que prefieren pasar los días de lluvia sola en su cuarto, la tele y tiempo para pensar, de las que se callan la verdad para no hacer daño, de las que por mucho que se
arrepientan vuelven a cometer el error, de las que dicen nunca, pero siempre siempre se equivocan, de las raras, un día te digo esto, mañana lo otro, pasado ni hablo, de las que si quieres fiesta, la vas a tener, de esas que si te apetece llorar, tendrás su hombro, de esas que por mucho que tarden, siempre van a llegar, de las que tienen un orgullo de piedra, pero cuando quieren algo de verdad, el orgullo se va a la mierda, de las que la gente quiere cuando esta mal, de las que los demás ven cuando de verdad necesitan a una persona,
de esas que te logra convencer de cualquier cosa, de esas que siempre va a estar ahí, siempre, aunque nos separen kilometros de distancia

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